domingo, 16 de diciembre de 2012

SAN JUAN DIEGO, EL BIENAVENTURADO MENSAJERO DE LA SANTA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE



APARICION DE LA VIRGEN A JUAN DIEGO
El día doce de diciembre es una fecha sumamente especial en México porque ese día celebramos a la Madre de todos los mexicanos: a la Virgen de Guadalupe, tambien conocida como "la Morenita del Tepeyac" y claro, también a Juan Diego a quien Ella llamaba "Juanito, Juan Dieguito, el más pequeño de mis hijos".

La historia de las apariciones de la Santa Virgen de Guadalupe es muy bien conocida y ya ha sido contada innumerables veces, tanto en bellos y eruditos relatos como en las distintas formas del arte, por eso no intentaremos siquiera contarla aquí nosotros con nuestras pobres palabras.

Aquí mas bien queremos hablarles un poco de Juan Diego, ahora ya SAN JUAN DIEGO, primero beatificado en 1990 y por fin canonizado en 2002, ambos procesos llevados a cabo durante el pontificado de Juan Pablo II, "El Papa que amó a México".

Juan Diego y su historia aparecen mencionados por primera vez en la obra "Nican Mopohua" escrita en lengua nahuatl (Este titulo es más bien las primeras palabras con las que empieza la obra y se pueden traducir literalmente como: "Aquí se narra...") escrita por un muy sabio letrado perteneciente a la antigua nobleza mexica llamado Antonio Valeriano quien fuera primero alumno y luego rector del Colegio de Santa Cruz Tlateloco, lugar en donde se educaba a los hijos de la antigua nobleza azteca y de quien se cree que conoció la historia de las apariciones guadalupanas de labios del mismísimo Juan Diego.

Se dice que el nombre original de Juan Diego fue Cuauhtlatoatzin, ("aguila que habla") un indigena que abrazó con mucha fe la religion cristiana y cuando ocurrieron los hechos de las apariciones tenía más de 50 años de edad y hacía al menos dos años que había quedado viudo. En aquel entonces Juan Diego vivía por el rumbo de lo que actualmente es Tulpetlac, Estado de México y se cuenta que cada semana muy temprano, antes de que saliera el sol incluso, hacía una larga caminata hasta Tlateloco para poder llegar a clases de catecismo los sabados y a misa los domingo.  Y fue en una de estas ocasiones cuando ocurrieron las famosas apariciones de la Guadalupana quien le encarga llevar su mensaje al entonces Arzobispo Fray Juan de Zumarraga. quien a su vez pediria luego una prueba para poder erigirle el templo solicitado en el Cerro del Tepeyac.

Antigua Basilica de Guadalupe
Esta prueba vino a ser un ramillete de frescas rosas y su imagen estampada en la tilma (manto, capa) de Juan Diego que es la que actualmente se venera en la "nueva" Basilica de Guadalupe, segundo santuario catolico más visitado del mundo, solo despues de la Basilica de San Pedro en el Vaticano.

Actual Basilica de Guadalupe

Bueno, pues se sabe que luego de estos hechos milagrosos el bienaventurado Juan Diego dedicó el resto de su vida a cuidar la santa imagen que Ella nos quiso regalar.  Abandonó todo lo que contituía su vida anterior y se fue a vivir a un jacalito (una choza) que construyó cercano a la  pequeña ermita en donde primero se expuso a la veneración popular el bendito ayate con el "retrato" de Santa María de Guadalupe y vivió durante 17 años divulgando incansablemente el mensaje de la Virgen y narrando sus apariciones. De todo México acudían interminables grupos que escucharon de sus labios su maravillosa experiencia. 

Así pues, vemos que Juan Diego se convirtio en un gran evangelizador de México, pero siempre desde la humildad, la sencillez, la nobleza y la vocación de servicio, siendo siempre muy querido y respetado por todos lo que visitaban el santuario, desde el Obispo y los frailes hasta las personas venidas de todos los pueblos cercanos que se convertían y se bautizaban.

Para llegar a ser declarado SANTO, la Iglesia hace todo un proceso muy largo y muy laborioso. Se hacen muchas investigaciones, se buscan pruebas. Finalmente se tiene que atribuir un milagro a la persona por santificar.  
Quienes entran en este proceso de Canonización (para ser santos), pasan por diferentes etapas:
a) Primero se les declara ¨Siervos de Dios¨.
b) Después se les declara ¨Beatos¨.
c) Finalmente se les declara ¨Santos¨.

La vida de Juan Diego es un maravilloso ejemplo de vida cristiana entregada a Dios, y sus cualidades y prendas espirituales deben haber sido muy grandes y preclaras, ya que lo hicieron merecedor de ser el mensajero e intermediario de la Santa Madre de Dios ante los habitantes de esta tierra mexicana. 

Es por eso que su proceso de canonización fue relativamente "rápido" y fluido, por lo que entre su beatificación y su canonización apenas si transcurrieron poco más de 12 años.

Actualmente San Juan Diego, tan querido por la Virgen de Guadalupe, (“¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en donde se cruzan mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?”)  es uno más de los santos mexicanos que desde el cielo vela e intercede por nosostros y tiene su santuario como debe ser, cerca del de la Reina de México.


 

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